Radiofrecuencia corporal

Es una nueva alternativa terapéutica para la celulitis y flacidez corporal
 Es ideal para las personas que no quieren someterse a una operación y como complemento a una liposucción.

Se trata de una técnica que consiste en aplicar energía a través de la superficie de la dermis, mediante un calentamiento profundo y controlado que afecta a la piel y al tejido celular subcutáneo, provocando una serie de reacciones que favorecen:

 

– La formación de nuevo colágeno, al elevar la temperatura de los fibroblastos, células encargadas de su fabricación; tanto en la piel como en el tejido subcutáneo, permitiendo que todo el tejido adquiera firmeza.

– El drenaje linfático, que permitirá disminuir los líquidos y las toxinas en el que se encuentran embebidos los adipocitos del tejido afecto de celulitis.

– La mejor circulación de la piel y tejido subcutáneo, que mejorará el metabolismo con la consiguiente disminución del aspecto de la piel de naranja y de la flacidez, produciéndose al mismo tiempo una reducción volumétrica del área tratada.

– La migración de fibroblastos que acompaña a la respuesta inflamatoria tras la lesión térmica controlada con retracción del tejido y que da como resultado un rejuvenecimiento de la zona tratada.

La gran ventaja y novedad que presentan los tratamientos no abrasivos como la radiofrecuencia es que respetan la epidermis, con mínimo enrojecimiento la piel, sin dañar su capa externa.

La radiofrecuencia puede combinarse con otras técnicas como luz pulsada intensa, que mejoran la textura de la piel y las pequeñas manchas y venitas de la cara, con peelings químicos, rellenos, botox…, que deben ser realizados en diferentes tiempos y con una secuencia programada para conseguir un rejuvenecimiento facial integral.

Con la radiofrecuencia  se puede continuar con una vida social normal inmediatamente después del tratamiento, e incluso no está contraindicado tomar el sol, siempre que sea con una protección adecuada.

La duración del tratamiento es variable dependiendo del área a tratar, entre los 25-30 minutos por sesión.

El número de sesiones necesarias es variable y va a depender del estado de cada paciente y el nivel de exigencia del mismo, pero se consideran necesarias entre 4 y 6 en facial , y entre 6 y 10 en tratamientos corporales.

El procedimiento es bien tolerado y no precisa anestesia, ya que sólo se siente calor y, sólo las personas con celulitis muy dolorosas, pueden llegar a sentir un poco de dolor a la fricción del cabezal en ciertas zonas.

 

El efecto de radiofrecuencia se aprecia de una forma gradual y progresiva a partir del mes del tratamiento, aunque el proceso depende del estado en el que se encuentre el colágeno de la persona, entre los dos y cuatro meses posteriores al tratamiento, con resultados que suelen durar aproximadamente dos años.

Puede también realizarse una sesión de recuerdo pasados unos meses, cuando el profesional considere necesario.

 

 La radiofrecuencia está contraindicada en los casos de embarazo y lactancia, cardiopatías graves, alteraciones de la coagulación, enfermedades del tejido conectivo y neuromusculares, cáncer, implantes de colágeno recientes, pacientes portadores de prótesis metálicas, marcapasos, desfribriladores o cardioversores, o casos de sobrepeso importante.