Es un procedimiento de rejuvenecimiento de la piel, en el que se le aplica una solución química, con el fin de eliminar las capas superiores dañadas. Las capas de piel reveladas tras realizar un peeling químico son más nuevas y por tanto más suaves y jóvenes.
Los peelings químicos se utilizan para tratar las arrugas, eliminar manchas faciales y para las cicatrices, sobre todo en la zona de la cara, donde tienen un efecto rejuvenecedor bastante notable. La exfoliación química se puede hacer sola o en combinación con otros procedimientos cosméticos.
La exfoliación química se puede utilizar para tratar diferentes problemas de piel, por lo que, en función de lo que queramos solucionar, podremos elegir el tratamiento en una de estas tres profundidades:
Exfoliación química suave o superficial, peeling químico medio y exfoliación química profunda.
También existen diferentes tipos de productos en función del peeling que queramos realizar. Es muy importante elegir el adecuado para cada tipo de piel:
Ácido láctico, ácido mandélico , ácido glicólico ,peeling enzimático, ácido salícílico , peeling TCA , peeling Jessner, peeling fenólico o de fenol.
El profesional decidirá cuál es el más adecuado para cada persona dependiendo de su problema y de sus expectativas.