Es una alteración estética de la piel de la cara, que afecta sobre todo a la nariz y a las mejillas. Consiste en la dilatación permanente de los vasos sanguíneos de la dermis que se hacen visibles a través de la piel (telangiectasias). El aspecto de los vasos es variable, desde el enrojecimiento generalizado (porque los vasos son muy finos como para distinguirse a simple vista) hasta finas venas de color rojo intenso a incluso más gruesas de color violáceo en los casos más extremos.
Es una alteración con una base genética que afecta por igual a hombres y mujeres de piel clara, sobre todo.
En su formación influyen muchos factores que producen la vasodilatación de las venas de la cara como son el tabaco, el alcohol, la comida caliente y picante, los cambios bruscos de temperatura, la exposición solar y los trastornos hormonales, hipertensión arterial, diabetes, hepatopatías….
Otra zona también tendente a esta patología es el cuello y el escote. La piel se ve excesivamente roja y al presionar con el dedo se blanquea recuperando el color en unos segundos.
Luz Pulsada Intensa
Para eliminar estas venas ya dilatadas la mejor opción de tratamiento es la luz pulsada intensa (IPL). Desde hace ya años se han utilizado otro tipo de terapias médicas como la esclerosis vascular, la electroterapia y distintos tipos de láseres, con efectos secundarios indeseables bastante frecuentes. Actualmente lo que más se utiliza en esta patología es la luz pulsada.
La luz pulsada nos provee de un tratamiento más uniforme, que se puede adaptar a los distintos grosores de las venas implicadas así como a las de calibre muy fino, con menos riesgo de efectos secundarios.
El tratamiento se realiza en varias sesiones separadas tres semanas entre ellas.
En cada sesión con la luz pulsada intensa vamos fotocoagulando las venas dilatadas con el menor daño para la piel suprayacente. El resultado es la eliminación de los vasos más grandes y la disminución de la rojez tanto de cara, cuello o escote.
Prevención
La eliminación de las telangiectasias faciales por medio de la luz pulsada es un tratamiento eficaz y duradero pero no definitivo ya que, por el origen genético de la enfermedad, se seguirán produciendo nuevas dilataciones vasculares.
Existen diferentes productos cosméticos que previenen la aparición de nuevas telangiectasias y al mismo tiempo mejorar la calidad y elasticidad de la piel.
Además también es muy importante la prevención sobre los factores desencadenantes que hemos nombrado antes. Estos factores fundamentalmente son el alcohol, el tabaco y las comidas picantes y calientes. Debemos, en la mayor parte posible, evitar estas situaciones que producen la vasodilatación de las venas faciales, ya que otros factores como los hormonales o determinadas enfermedades de carácter crónico (como la diabetes o la hipertensión arterial), también predisponentes de esta situación podemos controlarlas pero no eliminarlas del todo.
Aún así se puede seguir tratando la zona cada vez que recidiva el problema. Es decir, que las personas que padecen esta patología se pueden hacer sesiones de “blanqueamiento” al año o cuando le vuelva a molestar el problema estético.